Destacados científicos del Centro de Biotecnología y Bioingeniería CeBiB integran red de vigilancia genómica de COVID-19
Científicos de CeBiB, Centro de Excelencia en investigación de frontera en Chile, compuesto por un equipo interdisciplinario que investiga temas claves de la biotecnología y la bioingeniería moderna, colaboran en red de vigilancia genómica que busca fortalecer la comprensión de las variantes genéticas del SARS-CoV-2 en Chile. Sus trabajos han logrado relevancia mundial y una importante contribución en las estrategias de control de la pandemia ¿Cómo surgen y en qué están estas investigaciones?
Antofagasta
La colaboración en la región del norte del país inicia en el 2020, a través del proyecto liderado por la Dra. Alexandra Galetovic, investigadora del CeBiB y directora del Laboratorio de Genómica Microbiana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Antofagasta. El proyecto, financiado por ANID-COVID, surge con el objetivo de detectar en muestras nasofaríngeas y de saliva secuencias únicas de virus respiratorios de manera simultánea, entre ellos Sarv- CoV-2, y con ellos desarrollar una estrategia de diagnóstico basada en tecnología por secuenciación en Nanoporos.
En ese contexto fueron invitados a participar en la vigilancia genómica del virus a través del Consorcio Genomas CoV2 (CGC), y por medio de este se comenzaron a crear iniciativas para vincular a las universidades con el Ministerio de Salud. “Nosotros tratamos muestras de todo lo que es la región de Antofagasta -San Pedro Atacama, Calama, Mejillones, Antofagasta- y la idea es una colaboración, un apoyo al MINSAL, al ISP en aquello, dado que muchas veces las muestras tienen que esperar ir a Santiago y en ese trayecto algunas muestras se deterioran y no llegan en buenas condiciones”, explica la doctora en Ciencias, Alexandra Galetovic.
La investigadora destaca la relevancia de concretar una colaboración y acceso a la información de datos, en ese contexto señala que “la idea era establecer esta conexión yo creo que inédita, no sé si hay otros antecedentes de colaboración que se haga efectiva, entre institución de salud y la academia”. Actualmente, los datos recabados son enviados a la base de datos internacional GSAID a los que recurre el MINSAL para sus informes periódicos.
“En cuanto al proyecto mismo de la estrategia de diagnóstico estamos ya en una etapa final, de poder establecer un kit para determinar el SARS COV 2 y otros virus respiratorios simultáneamente”, señala la doctora. Por su parte, a través de los antecedentes que entrega la vigilancia genómica, entre ellos establecer cuáles son las variantes que circulan, si estás generan cambios en la gravedad y su infectividad, el equipo busca colaborar y apoyar en las decisiones de salud pública.
Magallanes
El equipo integrado por los científicos asociados a CeBiB, Marcelo Navarrete, director del Centro de Asistencia Docente de Investigación de la Universidad de Magallanes y Álvaro Olivera-Nappa, Investigador Titular de CeBiB y Académico de la Universidad de Chile, fueron pioneros en la metodología. Comenzaron al inicio de la pandemia con un programa piloto de vigilancia genómica, gracias a que ya contaban con la tecnología necesaria.
Durante el 2020, en el proceso de análisis respecto a los cambios que sufría el virus en la región, detectaron Clado 20B, una variante de emergencia local que rápidamente desplazaba a las cepas habituales en Magallanes, “ese fue un fenómeno local que es un correlato que ocurre en el mundo cada vez que emerge una variante: aparece una nueva que tiene alguna ventaja, rápidamente desplaza al resto y se torna preponderante, ese fenómeno se ha ido repitiendo y lo hemos visto a lo largo de la evolución de la pandemia”, explica el Dr. Navarrete.
Por otra parte, debido a la especialidad del Dr. Álvaro Olivera, estudiaron las estructuras Spike a través de dinámicas moleculares, lo que se tradujo en un paper que contribuye en el entendimiento de los movimientos que tienen las distintas variantes de la proteína.
Dentro de este contexto, explica Marcelo Navarrete, surge la iniciativa de colaboración, “Y con esta experiencia de base es que participamos en la construcción de la red de vigilancia genómica, que es una red nacional que comenzó -como muchas cosas en la pandemia- a pulso, financiada por los mismos investigadores”. Actualmente, esta colaboración está generando una base de datos e información relevante, por lo que uno de los desafíos que se han propuesto es trabajar en la interpretación de estos, “ahora tenemos que trabajar fuertemente en el tema de la interpretación de los datos, porque estamos generando datos a nivel mundial en genómica como nunca antes en la historia” agregó el doctor.
Por otra parte, ¿Qué es lo que va a pasar con las nuevas variantes? Es la interrogante que inquieta a este equipo de investigación. El doctor Álvaro Olivera-Nappa explica que están trabajando en identificar cómo, a partir de los datos entregados por la secuenciación genómica que se van observando en el país, se puede realizar un seguimiento a las distintas variantes circulantes en el país. El objetivo es utilizar estrategias de análisis de datos para crear mecanismos de predicción, “La idea es tener como un sistema de alerta temprana. Que, si tu detectas variantes con más de cierta velocidad de propagación en algunos lugares específicos, entonces empezar a hacer secuenciación bastante más rápida dentro de la población para ver dónde está esa variante y evitar que se sature rápidamente”, agregó.
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